Publicado: 25 de Octubre de 2019 a las 18:53

Son animales fáciles de cuidar, su carácter es social, aunque muy asustadizos por lo que es importante adiestrarlos desde el primer momento. Su calidad de vida es mejor si están en compañía de otras cobayas, pero debemos tener cuidado con los conflictos que puedan surgir entre ellos, sobre todo si no han crecido juntos. 

La esperanza de vida de 4-7 años.

Se adaptan mal a situaciones nuevas como un cambio de alojamiento, ante un sobresalto pueden quedarse congeladas o escapar corriendo en estampida. Carecen del sentido de la altura y no deben dejarse sin vigilancia cuando estén fuera de la jaula.

Emiten gritos agudos y un amplio repertorio de vocalizaciones para expresar temor, alarma o llamar la atención.

Hay que tener en cuenta que si tenemos varias cobayas debemos saber sus sexos para separarlas o castrar a los machos, de esta manera evitaremos gestaciones no deseadas. Además si una hembra va a tener crías ésta debe tener menos de 6 meses de edad para que pueda parir con normalidad, de lo contrario la sínfisis pélvica se cierra y el parto puede terminar en cesárea, poniendo en riesgo la vida de la madre y las crías.

En cuanto a la alimentación, su dieta se debe componer principalmente de heno y una pequeña cantidad pienso para cobayas.

-Heno: ad libitum aporta grandes cantidades de fibra es muy importante para mantener la salud de la cobaya durante muchos años. Debemos fijarnos que sea de buena calidad, que no sea demasiado seco ni leñoso.

-Verduras: ad libitum o 2 veces al día, podemos darle tronco y hojas de apio, escarola, acelga, espinacas, hojas de zanahoria, hierbas aromáticas frescas o secas (romero, tomillo, menta, perejil...) e incluso césped y tréboles del jardín, siempre y cuando no provoquen diarreas. Las cobayas no fabrican vitamina C, así que toda la que necesitan se les ha de aportar de forma externa. La vitamina C se encuentra en frutas y verduras frescas (cítricos, kiwi, fresa, perejil, pimiento...), pero se degrada rápidamente en presencia de la luz y el oxígeno, por lo que debe consumirlos en el momento.

 -Pienso: granulado sin semillas ni granos añadidos. En los adultos racionaremos el pienso, ofreciendo una cuchara sopera poco colmada al día.

 Conviene evitar la fruta, el pan y los cereales, además de los frutos secos. Tienden a ser muy golosas y a tener sobrepeso.

La jaula debe ser lo bastante grande como para permitir la presencia de una zona para las deyecciones y otra para la comida, además de espacio para estirarse. En el suelo se puede poner cualquier sustrato no agresivo para las patas de la cobaya: papel de periódico, virutas de madera, paja, heno, cilindros de serrín prensado... es mejor evitar los sustratos polvorientos (como el serrín o la arena de gato). La jaula debe estar en un sitio fresco, protegida de corrientes de aire y altas temperaturas. Esto no quiere decir que no puedan tomar el sol, ya que la luz solar directa es importante para la correcta calcificación de los huesos, pero es conveniente evitar las horas de más calor y proporcionar siempre una sombra donde se puedan resguardar si sube mucho la temperatura. Hay que controlar el bebedero, ya que tienden a obstruir con comida los tubos. Es importante que hagan ejercicio fuera de la jaula para estimularlos se les puede montar un “circuito” con premios comestibles.

Enfermedades frecuentes

Las cobayas son pacientes muy delicados y es imprescindible tener en cuenta el veterinario especialista con urgencias, ante cualquier signo de enfermedad. Entre los motivos de consulta más frecuentes son inapetencia, decaimiento, imposibilidad para defecar...

Pueden tener parásitos externos (pulgas, garrapatas, ácaros y, sobre todo, piojos) y parásitos internos (coccidios, criptosporidios), por lo que recomendamos una revisión dos veces al año.

La falta de vitamina C es un problema habitual por el cual acuden a la clínica veterinaria, por ello insistimos en la dieta a base de verduras de hoja oscura y en ocasiones tendremos que utilizar suplementos administrados directamente en la boca.

Pueden padecer dermatofitosis sobre todo animales jóvenes, sometidos a estrés o alojados en malas condiciones. Están provocadas por hongos y suele comportar tratamientos largos, tanto en las cobayas como en las personas. Generalmente se presenta en el animal antes que en las personas, y se ha de sospechar cuando aparecen zonas sin pelo y con descamación en la piel.

Los problemas dentales son muy habituales ya que sus dientes crecerán durante toda la vida y esto unido a un mal desgaste y/o una alimentación inadecuada son una de las visitas frecuentes al veterinario.

Los problemas del aparato reproductor son frecuentes, el 75% de las hembras entre 1.5 y 5 años suelen presentarse en la consulta por la presencia de quistes ováricos, los cuales pueden producir distensión abdominal y dolor.

Recuerda que en Okapi nuestro veterinario especialista en pequeños mamíferos realizará una revisión completa donde podrá determinar el estado de salud de tu mascota, además te aconsejará sobre su alimentación y cuidados para que tenga una vida larga y saludable.